La sigatoka es una de las enfermedades fúngicas más antiguas y conocidas de los cultivos de remolacha azucarera. Causada por el hongo Cercospora beticola , esta enfermedad se manifiesta a través de síntomas en el follaje de las plantas y provoca importantes pérdidas de rendimiento cada año. La lucha contra esta enfermedad se basa en el conocimiento de su ciclo de desarrollo y la implementación de métodos adecuados de prevención y control que te invitamos a descubrir en este artículo.
Descripción de la cercoporiosis de la remolacha azucarera.
Cercospora beticola es causada por Cercospora beticola , un hongo ascomiceto de la familia Mycosphaerellaceae . Aparece principalmente en el follaje de las plantas de remolacha.
Esta enfermedad, detectada por primera vez en Francia en 1887, afecta a los cultivos de remolacha desde hace mucho tiempo. Su resurgimiento en los últimos años, particularmente en regiones irrigadas, resalta la importancia de un manejo riguroso de esta enfermedad.
El hongo Cercospora beticola es particularmente agresivo y puede causar daños significativos cuando la infección ocurre temprano en la temporada . Las condiciones climáticas cálidas y húmedas favorecen su desarrollo, permitiendo la rápida propagación del hongo en las parcelas cultivadas.
Biología y ciclo de desarrollo.
La contaminación por Cercospora beticola comienza con la germinación de una espora en la superficie de una hoja. Esta germinación se produce idealmente cuando las temperaturas oscilan entre 25°C y 30°C, asociado a un alto nivel de humedad , favorecido por las precipitaciones o el riego. Luego, el hongo penetra en la hoja a través de un estoma y luego se desarrolla dentro del parénquima de la hoja.
Una vez establecida, Cercospora beticola produce conidias, que son esporas de multiplicación. Estos conidios se propagan por la lluvia o las salpicaduras de agua, lo que permite que el hongo se propague a las plantas circundantes.
Los ataques tempranos, especialmente en zonas irrigadas, agravan los daños y provocan una reducción notable del rendimiento.
El ciclo de desarrollo de la enfermedad de Sigatoka depende en gran medida de las condiciones climáticas. El calor y la humedad son los principales factores en la propagación del hongo. En ausencia de condiciones favorables, el ciclo de la enfermedad se ralentiza, pero, no obstante, puede persistir en el suelo o en los residuos de los cultivos, a la espera de condiciones más favorables.
¿Cuáles son los síntomas de la Sigatoka de la remolacha?
Los primeros síntomas de la Sigatoka suelen aparecer ya a mediados de junio , aunque este calendario puede variar dependiendo de las condiciones climáticas.
Las hojas infectadas tienen pequeñas manchas redondas, grisáceas , rodeadas por un borde rojo o marrón , visibles en su superficie superior. Estas manchas aumentan de tamaño y finalmente se fusionan, formando grandes áreas necróticas.
En el envés de las hojas, aparecen pequeños puntos negros en el centro de las manchas: estos son los cuerpos fructíferos del hongo.
Con el tiempo, la multiplicación de las manchas hace que las hojas se sequen por completo, dando al campo un aspecto quemado. La planta responde a la pérdida de follaje produciendo nuevos brotes y alargando la copa. Esta reacción debilita la planta y tiene consecuencias directas sobre el rendimiento, en particular una reducción del contenido de azúcar.
Los daños causados por la sigatoka son tanto más importantes cuanto antes se produce la infección en la temporada. Los ataques tardíos , en septiembre u octubre, tienen un menor impacto en el rendimiento. Sin embargo, en parcelas donde la enfermedad está presente de forma recurrente, las pérdidas de rendimiento pueden ser muy importantes y afectar también a la calidad de la cosecha.
¿Cómo combatir la Sigatoka de la remolacha?
La lucha contra la Sigatoka se basa principalmente en medidas de prevención y una adecuada gestión cultural. Entre las prácticas recomendadas se encuentra la elección de variedades de remolacha azucarera menos susceptibles, especialmente en parcelas donde la enfermedad se observa regularmente. Además, ampliar la rotación de cultivos es un método eficaz para reducir el riesgo de infestación, porque limita la presencia del hongo en el suelo.
La activación de tratamientos fungicidas deberá razonarse y realizarse en los umbrales de intervención adecuados. El uso razonable de fungicidas ayuda a limitar la propagación del hongo preservando el equilibrio ecológico de la parcela.
Soluciones orgánicas de Agrobiotop:
Nuestras soluciones se aplican a la agricultura orgánica y convencional. Se sitúan en dos ejes estratégicos:
- Acción sobre el terreno
- Acciones sobre el cultivo (remolacha azucarera)
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